Cuando hablamos de alimentarse saludablemente, no solo hablamos de lo que comes sino cuando y como lo comes. Tus hábitos alimenticios juegan un rol vital en el perder peso, ya que regulan la manera en que tu cuerpo gana y quema grasa. Es importante que tengas claro que tipo de nutrientes necesita tu cuerpo y que las dietas restrictivas no funcionan lo que debes buscar es tener una alimentación saludable que le haga bien a tu cuerpo, y generar un déficit de calorías para perder peso.
El comer más acelera tu metabolismo. Todo el proceso de digerir la comida quema calorías, aunque parezca raro. Así que si comes varias veces al día, activas tu estomago más seguido y quemas mas grasa corporal. Obviamente esto no significa que puedes comer de todo, sino con moderación y saludablemente. Prueba comer comidas ricas en fibra y proteína, y evita los carbohidratos saturados. Incluso existen comidas que te ayudaran a quemar grasas!
No comas tres horas antes de acostarte. No comas tres horas antes de irte a dormir. Si te acuestas a las 2 de la mañana, es mejor dejar de comer a las 11 de la noche. Esta es una regla básica que deberías seguir. Todo lo comido muy cerca de acostarte muchas veces no puede ser bien digerido durante la noche y te generará gases, hinchamiento y dolores de estomago. Esto es sobretodo cierto para comidas pesadas.
Recuerda, la comida nocturna generalmente se transforma en grasas pues el cuerpo no necesita muchas calorías en ese instante. La tarea que tiene cumplir nuestro cuerpo a la noche es dormir y regenerarse para el próximo día, y esto no lo va a hacer bien si además tiene que digerir una comida pesada. Puedes perder el sueño o dormir mal. Ahora, todos sabemos que muchas veces tenemos hambre antes de acostarnos, así que si tienes que comer algo, que sea una fruta o unos cereales integrales, algo saludable y con pocas calorías.
Come 5 a 6 veces al día. En lugar de comer tres comidas medianas o grandes por día puedes intentar comer 5 más pequeñas. Incluso puedes darte el gusto al final del día con un postre. Esto te permitirá sentir menos hambre durante el día, entonces cuando llega la hora de comer no ingieres tanto.
También deberías desayunar dentro de la hora que te despiertas, ya que tu metabolismo se ha reducido durante la noche y el desayuno lo volverá a poner en marcha. Mucha gente piensa que está bien saltearse el desayuno ya que así comen una comida menos por día y piensan que eso significa menos calorías ganadas, sin embargo, no desayunar desacelera tu metabolismo y te hace sentir hambre pronto, lo que puede resultar en consumir otros productos no tan saludables. Siempre desayuna, y hazlo bien, comiendo una variedad de alimentos nutritivos.
El secreto para cortar calorías es comer las comidas del día sensatamente, y no comer menos, sino lo necesario. El comer comidas más pequeñas, y más frecuentemente prevendrá el sentirte con hambre durante el día. Y si comes proteínas y fibras, tomando mucha agua, en realidad te sentirás mas lleno.
Aquí tienes un programa de comidas que puedes adoptar:
1. 7:00 a.m. – Desayunar
2. 10:00 a.m. – Comer un tentempié
3. 12:00 p.m. – Almorzar
4. 4:00 p.m. – Comer otro tentempié
5. 7:00 p.m. – Comer una pequeña cena con un poco de postre o dulce que te guste (con moderación)
Deja de comer emocionalmente. Esto es, probablemente, más fácil decirlo que hacerlo para la mayoría de la gente. Si estás estresado, deprimido o careces de apoyo emocional de amigos, familiares o seres queridos, quizás ya hayas recurrido a la alimentación emocional.
Este es un terrible hábito porque te hace comer entre comidas y cuando no tienes hambre. A veces puedes pensar que lo que sientes es hambre, pero en la realidad puede ser que te sientas solo y estás utilizando los alimentos para que te consuelen y llenar un vacío.
El estrés y la depresión también provocan un aumento en la producción de la hormona cortisol, que puede añadir más grasa abdominal.
Si el comer emocionalmente es un problema que padeces, es importante buscar ayuda ya sea de un profesional, los amigos o la familia.
Una cosa es segura, el estrés y un abdomen plano son como agua y aceite, simplemente no se mezclan.
Cuidado con el sodio. El sodio o sal común puede causar hinchazón y puede hacer que tu barriga parezca estar más flácida de lo que realmente está. Ten cuidado, un montón de gente asocia al sodio con los alimentos que tienen gusto salado. No siempre es correcto porque el sodio se encuentra en todo tipo de alimentos. Los fabricantes utilizan toneladas de sal para la conservación del alimento.
Casi todos los enlatados, las cenas preparadas y las sopas preparadas contiene una alta cantidad de sodio ¿Has leído las etiquetas? Algunos de ellos contienen más de la mitad de la ingesta diaria sugerida.
Pequeñas pero peligrosas. Cuidado con las cosas pequeñas. Lo que tomas, condimentos que le pones a la comida, las salsas y aderezos, en otras palabras, las pequeñas cosas que están en el plato. Síguelas y cuéntalas. Muchas veces las bebidas de cola o embotelladas tienen una cantidad excesiva de azúcar, y no son recomendables, busca tomar siempre agua o jugos naturales, sin conservantes. Controla la cantidad de sal que le agregas a la comida, trata de que no sea excesiva.
Analiza tus hábitos. Ahora es tiempo de reflexionar sobre tus propios hábitos. ¿Estás comiendo un buen desayuno cuando te levantas? ¿Estás comiendo entre comidas? ¿Que estas comiendo entre comidas? Si tienes la necesidad de comer entre comidas, elije alternativas saludables como frutas y vegetales. Recuerda que puedes modificar tus bocadillos, en lugar de comer una banana sola, la puedes rociar con un poco de azúcar para cambiarle el sabor. Dale una vuelta de sabor a tus zanahorias enmantecandolas o agregándoles alguna salsa o aderezo de comida.
Evalúa tus hábitos y elije los puntos en los que necesitas mejorar, ya que una buena dieta es esencial para bajar de peso. Recuerda, come saludable y seguido.
No comas tanta azúcar. Los azucares son malos pues se convierten directamente en grasas, aprende como eliminar parcialmente el azúcar de tu dieta aquí.